RESTAURACIÓN DEL RETABLO DEL SIMPECADO DE LA PRIMERA Y MÁS ANTIGUA HERMANDAD DEL ROCÍO DE VILLAMANRIQUE.

El próximo viernes, día 29 de octubre de 2010, se presentará a todos los hermanos de la Primera, Real, Imperial, Fervorosa, Ilustre y Más Antigua Hermandad del Rocío de Villamanrique de la Condesa el proyecto de Restauración del Retablo, que cobija en la parroquia manriqueña de Santa María Magdalena, el bendito Simpecado de 1766.

El proyecto sostiene que los gastos de restauración sean sufragados por todos los hermanos que lo deseen en una original idea, que se expondrá en la citada reunión. Mientras duren las obras, el bendito Simpecado manriqueño, quedará expuesto a la veneración de fieles en el altar mayor, trasladándose solemnemente para tal efecto.
 
En la actualidad, el bendito Simpecado de 1766 de la Primera y Más Antigua Hermandad del Rocío, recibe culto y está expuesto a la veneración de sus fieles en el altar neobarroco de la iglesia parroquial de Santa María Magdalena de Villamanrique de la Condesa. Pero no siempre fue así. Durante los siglos XVII y XVIII, en los libros de las Capellanías conservados en los archivos parroquiales de Villamanrique de la Condesa y de la Orden de Santiago de Villanueva del Ariscal, se recogen los deseos de algunos titulares de que “se les digan misas en el altar parroquial de la imagen de la Virgen del Rocío”. Según estos documentos, pues, podemos afirmar que, al menos desde el siglo XVII, se daba culto en altar propio a una Imagen de la Santísima Virgen del Rocío en la antigua parroquia, consagrada al culto como la actual, a Santa María Magdalena de Villamanrique.

En el año 1800 el Conde de Altamira y Señor de la real villa, “con gran alborozo de todos los vecinos y autoridades locales manda derribar el edificio de la antigua parroquia de Santa María Magdalena”, que resultaba demasiado pequeño para albergar el aumento de población que por estas fechas había alcanzado ya Villamanrique de la Condesa. Durante el tiempo que duraron las obras del nuevo templo parroquial, las imágenes y objetos de culto de las hermandades manriqueñas pasaron al Convento franciscano de Santa María de Gracia, que haría las funciones de nueva parroquia.
La nueva parroquia quedó exornada con los altares, que se encargaron al gran retablista y tallista, don Gabriel Astorga, y el Simpecado de 1766 de la Primera y Más Antigua Hermandad del Rocío quedó expuesto en una hornacina-armario, a los pies del templo en la nave del evangelio.

El 16 de agosto de 1932, festividad del patrón San Roque, el celebre Canónigo manriqueño, don Miguel Bernal Zurita, bendijo un nuevo altar-retablo para el Simpecado rociero manriqueño, quedando instalado en el mismo lugar del anterior, en la pared del coro, a los pies de la nave del evangelio. Aquí permaneció expuesto a la veneración de sus fieles hermanos rocieros hasta el inicio de los años cincuenta del siglo XX, en que se estrenó un nuevo retablo, realizado en los talleres de las Escuelas Salesianas de Sevilla, que fue solemnemente bendecido en el año 1956, por sacerdote manriqueño, Don José María Márquez Bernal, C.M.F., futuro Obispo de Humahuaca, en Argentina.

Este retablo de la Virgen del Rocío, que se va restaurar, se construyó, según los dictados del estilo neobarroco sevillano, en madera de cedro y sobre dorado con panes de oro sobre fondos rojo, el color litúrgico de Pentecostés y el propio de la Primera y Más Antigua Hermandad del Rocío.

JUAN MÁRQUEZ FERNÁNDEZ


Foro del Rocío

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