En 1985 nace como Agrupación rociera promovida por el matrimonio Rodríguez-Haro. EL 4 de abril de 1988 el Arzobispado de Sevilla la erige como Hdad. y en enero de 1989 es admitida como Filial de Almonte.
La Hermandad del Rocío de Osuna nació allá por el año 1988, de la mano de su primer Hermano Mayor: D. Juan José Campos Rejos y su párroco D. Manuel Jurado Perea O.C., siendo su madrina, la hermandad del Rocío de Écija. Fue con dicha hermandad con la que se realizó el primer camino oficial a la aldea. Desde entonces la hermandad ha tenido 5 Hermanos Mayores con sus respectivas juntas de gobierno.
La Hermandad de Osuna es la hermandad filial número 78 detrás de Ceuta y delante de Santiponce.
Actualmente cuenta con 429 hermanos, de los cuáles 150 aproximadamente caminan hasta la aldea almonteña anualmente. Un camino que empieza una semana antes al Lunes de Pentecostés, es decir, 9 días de camino, saliendo un sábado y llegando el sábado siguiente a la aldea almonteña.Actualmente se cuenta con 429 hermanos, de los cuáles 150 aproximadamente caminan hasta la aldea almonteña anualmente. Un camino que empieza una semana antes al Lunes de Pentecostés, es decir, 9 días de camino, saliendo un sábado y llegando el sábado siguiente a la aldea almonteña. Fuente: http://www.actiweb.es/hermandadrocioosuna
Fue realizado en los talleres ecijanos de Joaquín Ojeda en tisú de oro sobre terciopelo verde. En el centro, montada sobre una nube, una imagen de la Virgen marismeña, con rostro y manos de marfil y asomando por debajo sus enaguas blancas. Su bendición tuvo lugar el 20 de febrero de 1988 en la sede conventual de la entonces asociación.
Medalla
Basada en el es udo de la ciudad de Osuna, en el que se sustituye la diosa de la abundancia por la Virgen del Rocío. Pende de un cordón blanaco y azul celeste.
La carreta
Altar en la aldea
Salve
Dios te Salve, Rocío,
Dulce faro que me guía,
por el coto de mi vida,
que es mi eterno caminar.
Dios te salve, Rocío,
Reina y Madre soberana,
Estrella de la mañana,
y Paloma celestial.
Rocío,
ponle un pañuelo a mi llanto,
sálvame de mis quebrantos,
Dueña del corazón mío.
Rocío,
mi esperanza y mi Pastora,
líbrame siempre Señora,
que en tus ojos yo confío.
Enséñame a sonreír,
como el Divino chiquillo,
ese tierno Pastorcillo
que está delante de ti.
No te separes de mí,
ni de aquellos que te adoran,
gente humilde y pecadora,
que su ilusión es vivir.
Ten clemencia y piedad,
ten clemencia y piedad,
que quiero hacer el camino,
con la fe del peregrino
que se acerca hasta tu altar.
Santa Madre de Dios,
Santa Madre de Dios,
que el Doñana que yo quiero,
Son las vereas del cielo
que el Señor nos prometió.
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