Hermandad de Emigrantes – Garrido lleva el espíritu rociero al Gran Teatro con su pregón de emoción y devoción

Evora describió al pregonero como “fuerte, paciente, trabajador, luchador, detallista, servicial y cabezota”

El Gran Teatro de Huelva fue anoche el escenario para vivir una de las noches más mágicas, que quedará para siempre en la retina de los hermanos de la Real Hermandad de Emigrantes de Nuestra Señora del Rocío de Huelva gracias al protagonista de esta jornada, José Francisco Garrido Cruzado, pregonero y presidente de la filial rociera, que con su torrente de sentimientos desbordó los corazones de los presentes, así como impregnó la bombonera con un aroma de camino soñado durante un largo tiempo de espera.

Sería la secretaria de la corporación rociera Virginia Payán quien tomaría primero la palabra para saludar a las autoridades presentes: alcaldesa de Huelva, Pilar Miranda; David Toscano, presidente de la Diputación Provincial de Huelva y alcalde de Aljaraque; vicario episcopal para la Administración de los Bienes Diocesanos y Relaciones Institucionales, canónigo de la Santa Catedral, párroco de Nuestra Señora de la Merced y director espiritual de Emigrantes, Jaime Jesús Cano; presidente de la Autoridad Portuaria de Huelva, Alberto Santana; autoridades civiles y militares y hermandades hermanas. Asimismo, dio lectura al acuerdo de la junta de gobierno del pasado 5 de septiembre del pasado año por la que se designa al hermano José Francisco Garrido, pregonero de la romería de Pentecostés a propuesta de la hermana mayor Mariló Palanco. Dando paso al presentado del pregonero Manuel Jesús Evora Lepe.

Evora iniciaba su presentación señalando que “la primavera va quebrando albores, y empiezan a aflorar esas historias en los caminos, esas historias que todos los años son iguales pero que a la misma vez son distintas, esa que nos lleva hacia un nuevo Pentecostés. El impaciente romero ya besa la linde de los caminos, la luna de tres rayas y el cielo azul purísima aguardan impaciente la llegada de nuestro tesoro más preciado, y se convierte por una  noche en el mejor de los templos para el peregrino que rompe el silencio con los cantos a nuestra madre del Rocío y su hijo el Pastorcito Divino. Se escucha el relinchar de los caballos, la luz va cambiando, se acerca la hora y empieza a temblarnos el corazón, la cuenta atrás va llegando a su fin, se celebran los actos previos a la romería, preludio de ello, el precioso triduo que acabamos de celebrar hace unos días, amiga Marilo Palanco, hermana mayor, que suerte la tuya, cuantos momentos bonitos te esperan por vivir, como has sabido elegir a tu pregonero, has ido directa a caballo ganador, dale al botón de red y pon tu corazón a grabar por que el día de hoy no lo vas a olvidar jamás”.

Añadía que “presentar al pregonero que nos ocupa, me supone una doble dificultad, por un lado, poder estar a la altura de tanta amistad que nos une, y por otro poder resumir en unas breves líneas tanta categoría rociera, cofrade y humana. Huelva invierno de mil novecientos setenta y seis, quince de febrero y bajo una familia humilde y cristiana nace José Francisco Garrido Cruzado hijo de Isidoro Garrido y de Rosario Cruzado, que en gloria este. Los primeros años de su infancia los paso en la barriada de Licinio de la Fuente donde nace su único hermano de sangre Agustín Garrido Cruzado, con quien comparte su adolescencia y parte de su juventud en un nuevo domicilio en avenida de la Cinta. Por cercanía, su etapa escolar la cursa en el colegio salesiano, hasta terminar y obtener el título de graduado. Fue ahí donde se cruzaron nuestras vidas y donde compartimos miles de vivencias inolvidables hasta el día de hoy. Hizo su primera comunión en el mismo colegio, perteneció a los grupos cristianos A.D.S. (amigos de Domingo el Sabio) y siguió su formación cristiana como adolescente y joven hasta hacer la confirmación. Paso a ser monitor formador de los grupos A.D.S y de la Asociación Juvenil Carabela donde trabajo con los niños más desfavorecidos del distrito cinco. Bonita etapa en la que tuve la suerte también de vivirla junto a él. Formación, encuentros, concursos, ginkanas, deporte, campamentos de verano y todo un sinfín de propuestas de diversión y entretenimiento y siempre bajo el espíritu salesiano, haciendo honor a nuestro patrón Don Bosco. También fue en su etapa de adolescente cuando conoció a la que hoy en día es su esposa y madre de sus dos princesas. De mi amiga Rocío solo puedo hablar cosas buenas, rociera comprometida, simpática, agradable y educada, pero sobre todo comprensiva porque ella y solamente ella sabe cómo se las toma Pepe, cuando se compromete a algo, se olvida de todo y se entrega a 100×100. Después de terminar su etapa escolar, curso formación profesional en sanitaria y lo complemento como celador y conductor de ambulancias. Al cumplir su mayoría de edad realizo el servicio militar por cruz roja, hizo la instrucción y juro bandera en el cuartel militar de Queipo de Llano (Sevilla) e hizo un voluntariado de dos años en las instalaciones de Cruz Roja en la Punta Del Sebo, donde pudo afianzar sus estudios, y tengo que destacar una de las anécdotas de esta etapa donde fue reconocido al mérito con una medalla de plata de la entidad por partear a una señora en la misma ambulancia. En el mundo laboral trabajo una temporada para el S.A.S como celador y conductor y realizo una etapa muy breve en la clínica María Auxiliadora como auxiliar de enfermería y conductor. Cambio de profesión y se diplomo como animador socio cultural y empezó su andadura con los jóvenes de Cartaya, donde con el paso de los años se fue formando como gestor cultural.

Otra trayectoria que lleva a cabo en su juventud y por esto Pepe Garrido será más conocido es la de director musical del coro flamenco Senderos de Huelva, desde sus inicios en mil novecientos noventa y cinco y hasta día de hoy en momentos puntuales como la subida de nuestra Patrona al santuario el nueve de septiembre y en las tradicionales zambombas. Pepe ha sido productor musical de más de 43 grabaciones entre ellas seis del propio coro. También dirigió otras formaciones como el coro del Lazareto, coro de la Hermandad del Rocío de Moguer, coro de la hermandad de Nuestra Señora de la Peña de Huelva, coro de la Hermandad de Emigrantes y por último y hasta hoy día dirige el grupo Retama, el cual tenemos el honor de cantar hoy en este pregón. También es autor de numerosos temas musicales en las discografías de Senderos de Huelva y de otros coros y artista ligados al mundo de las sevillanas. Con Senderos de Huelva viajó por numerosas ciudades de la geografía española y portuguesa como: Torrevieja, Córdoba, Madrid, Alicante, Málaga, Pozoblanco, Moura y Evora, así como ferias y fiestas patronales de  muchos de los pueblos de la provincia de Huelva, una trayectoria que vivimos a su lado muchos de los hoy aquí presentes y que queda grabada en nuestro  corazón, y que si Dios quiere seguiremos sumando momentos porque queda Senderos de Huelva para rato.

Pepe actualmente trabaja como técnico de cultura y programador del teatro de Cartaya, le encanta su trabajo y ama todo lo que tiene que ver con él, por eso ha sido reconocido por dos veces a nivel nacional como uno de los mejores gestores culturales de entre todos los municipios de España, exponiendo ante todos los técnicos la forma de desenvolverse en los quehaceres diarios del teatro.

La vida le deparo otro instante mágico bajo la dulce mirada de Nuestra Madre del Rocío y su Hijo el Pastorcito Divino, en septiembre del dos mil contrae matrimonio con Rocío Barroso Díaz, el auténtico motor de la familia. Seis años después un ocho de mayo les cambio la vida por completo, llega su primera hija quien llena cada rincón de su casa con esa guapura y la sonrisa que tanto le caracteriza, y haciendo honor a la devoción mariana le ponen por nombre Rocío de la Cinta. Cuatro años y medio después el once del once de dos mil once nace la benjamina de la familia Garrido Barroso, de faz seria pero dulce como el caramelo y la bautizan con el nombre de María Auxiliadora.

Después de una larga trayectoria rociera, fue en dos mil dos cuando entró a formar parte de la agenda de hermanos de la hermandad de Emigrantes y formo parte de la junta de gobierno con Fernando Ramírez a la cabeza en dos mil cinco como vocal de relaciones publica y protocolo. Fue la cabeza pensante y el promotor de FERCOR, la feria comercial rociera y flamenca que se celebró durante unos años en la casa Colon. Una vez acabada su etapa en esta junta de gobierno decide darse un respiro y fue nuestro hermano Eduardo Fernández Jurado quien quiso que volviera a formar parte de su junta de gobierno y con la misma vocalía tomo posesión en diciembre de dos mil dieciocho. Inesperadamente y apenas pasado un año las circunstancias de la vida manda y pasa a cubrir el cargo de vicepresidente. Al poco tiempo y por motivos ajenos a la hermandad debe tomar la difícil decisión de ser el nuevo presidente de Emigrantes, después de pensarlo, consultarlo y aceptar sabios consejos, decides aceptar este importante cargo, sin saber los tiempos tan difíciles que le esperaban por vivir en la unidad familiar. La fe pudo más que todo lo que le vino encima. Después de superarlo llega el momento de dejar la junta de gobierno por unos meses para reflexionar y decidir si sigue al frente de la hermandad, tuvo tiempo suficiente para pensarlo y decide de seguir adelante con nuevos proyectos que pondrían a Emigrantes en lo más alto, mientras tanto llegaban otros duros momentos familiares, que le hacía pensar si todo esto merecía la pena. La fe mueve montañas y con ayuda de familiares y amigos hoy gracias a Dios sigue entre nosotros. Estamos ante un cristiano comprometido con Dios y comprometido con su iglesia prueba de ello es su compromiso como presidente de esta Hermandad de Emigrantes, también perteneció a las filas de hermanos de la Hermandad de la Sagrada Lanzada y fue miembro de junta de gobierno de la Hermandad de la Redención”.

El presentador calificó a Garrido de “persona fuerte, paciente, con gran capacidad de trabajo, luchador inagotable, con gran ilusión por cualquier proyecto, detallista, servicial, diáfano, objetivo, generoso, sincero cien por cien…y un poco cabezota, todo hay que decirlo, como esté seguro de algo, no hay quien se lo arrebate. Así es nuestro pregonero que además del Rocío tiene otras pasiones y aficiones, no se podía ser perfecto es culé, y en el deporte le gusta el baloncesto, ama el mundo del teatro y le gusta la Semana Santa, otra de las cosas que tengo la suerte de compartir con él. Compadre hoy quiero aprovechar la ocasión y darte las gracias en público, por estar siempre a mi lado, en los momentos buenos y sobre todo en los malos, por apoyarme siempre en todo y por ser un pilar importante para mí y animarme a cumplir mis metas. Quiero darte las gracias por todos los momentos vividos a tu lado y los que nos quedan por vivir sobre todo gracias, porque junto a Rocío sois los culpables de que hoy lleve a Emigrantes por bandera, en dos mil tres me animasteis a hacer el Rocío con esta hermandad por primera vez y aquí sigo dándolo todo por ella. Más tarde en dos mil cinco fue la junta de Fernando Ramírez quien me nombró portador de la Concha Peregrina. ¡qué años aquellos! ¡Quien pudiera volver atrás!, y también fue aquí en esta hermandad donde encontré al amor de mi vida y formamos la bonita familia que hoy tengo.

 

Te tengo que agradecer amigo mío. Y sin más dilatación y aprovechando el chascarrillo popular te diré amigo mío, que la familia te toca, pero los amigos se eligen, yo te elegí a ti y te elegiría una y mil veces porque estoy tremendamente orgulloso de ti y sabes lo mucho que te quiero. Estoy completamente seguro que, en la bombonera del cielo, hay hoy pendiente de ti un palco muy especial, que se sienten orgulloso de verte en este atril porque sabían la ilusión que tenías de pregonar a tu hermandad de Emigrantes. Ellos son culpables de que estés hoy al frente de esta entidad. Chari, Mari Carmen, Miguel, Víctor, seguro que parte de este pregón va por vosotros. Besos al cielo. Así que llego tu hora compadre… ¡Disfrútalo! estas ante uno de los momentos más emotivos de tu vida, pero tienes la suerte de contar con una caravana repleta de rocieros y rocieras de categoría, simpatizantes de nuestra hermandad y sobre todo de muchos, muchos amigos que seguro que vibraremos hoy con tus versos. Junta de gobierno, hermana mayor, rocieros hermanos todos, poner los cinco sentidos en este momento y sobre todo tener cerca los clínex. ¡Pregonero!¡compadre! Tuyo es el atril y tuya es la palabra.

Garrido tomaba el atril y comenzaba su emocionado pregón diciendo “es miércoles de mañana. El sol, se eleva lentamente dando claridad a una de las noches más hermosas para los rocieros de Emigrantes. El paseo de las Glorietas es un hervidero de emociones. Carros, enganches, peregrinos… Se van agolpando en torno a las puertas de la casa de hermandad, esperando impacientes que nuestra hermana mayor lance los vivas desde dentro de la capilla, preludio inequívoco de que la Misa de romeros ha llegado a su fin y que nuestro Simpecado, el de la Concha de Plata, el de verde terciopelo, el marinero estandarte de Emigrantes sea entronizado en nuestra carroza de plata para comenzar ese camino soñado después de un largo año de espera. Cohetes estallan en el cielo, manchando con blancas nubes el azul cielo de Huelva. Las campanas repican sin cesar, los vivas se enredan entre los varales de la carroza, las lágrimas comienzan a empañan nuestros ojos.

Que nos vamos, que sí,/ que es verdad,/ que la espera ha terminado,/ que la junta de gobierno lo tiene todo controlado/ y es hora de partir a ese camino soñado/ al encuentro con la Reina de las Marismas. Pero no correr,/ ¡Juan!, parate ahí/ que es temprano todavía y hay gente por venir,/ que vienen bajando del cielo cientos de hermanos romeros que tuvieron/ que partir a esas  marismas azules/ y que hoy quieren estar aquí. Espera que están llegando,/ que ya viene por allí/ va llegando el Patri, Rambito, Joseli/ y nuestro eterno Eduardo, protestando por la hora,/ también se acerca hasta aquí. Teresa Real, el Paquiqui…/ ¡Cristóbal! corre que ya vamos a salir/ que está nervioso el carrero/ Que ya suena el tamboril/ vamos que no falta nadie. Que nos tenemos que ir/ aunque espera que no la veo./ Un momento/ Perdonarme… Un segundo… /me lo vais a permitir/ Esperar que llegue mi madre/ que está a punto de venir./ Que no podría perdonarme/ que no pudiera vivir/ este momento tan grande/ sin tenerla junto a mí/ Pero mira. /ya ha llegao/ radiante como una rosa perfumada de jazmín./ Ahora sí, mi señora/ ¡ya nos podemos ir!/ que nos espera la gloria/ 7 días pasa soñar,/ 7 días para vivir/ 7 noches de desvelo/ soñando verte salir./ Entre arena, sol y flores/ para volver a sentir la grandeza del Rocío/ desde principio hasta el fin./ ¡Juan !, Vámonos,/ Vámonos que se hace tarde/ Agarra bien los arreos/ y ve tirando palante/ que la Virgen está esperando a que lleguen sus emigrantes”.

 

Antes de continuar con su pregón propiamente dicho quiso saludar a las autoridades y hermandades presentes, así como hermanos y devotos de Emigrantes. Asimismo, quiso “pedir disculpas a todos aquellos amigos y hermandades que a lo largo de estos años han solicitado la colaboración de esta humilde persona, para exaltar o pregonar algún tipo de acto, ya que siempre huí de tales menesteres por el tremendo respeto que me causa dicha encomienda. Pero pregonar a Emigrantes… No sé qué tercas serán mis palabras, o si la prosa o la rima será del agrado de mis hermanos, pero sí quisiera dejar claro desde el principio, que todo lo que esta noche haga o diga desde este atril, ha salido desde el cariño, el respeto y la devoción a una hermandad que me enseñó los auténticos valores del Rocío, que ha marcado mi vida y la de los míos y con la que siempre estaré en deuda. Gracias hermana mayor por darme esta oportunidad de poder compartir con vosotros esta particular visión del Rocío de Emigrantes”.

Añadiendo que “no sé muy bien las razones/ ni porque fui el elegío,/ pero Ella sabrá sus cuentas/ y el porqué de los motivos./ Pero al pregonarte Señora/ Te entregaré mis sentíos/ porque no pregono a cualquiera/ le pregono a mi gente,/ le pregono a los míos/ le pregono a Emigrantes/ que es con quien he aprendío/ a vivir el año entero/ las grandezas del Rocío./ Hoy, se agolpan en mi mente muchos momentos vivíos,/ y aunque me siento dichoso,/ a la vez que agradeció,/ no sé expresar en palabras/ lo que agolpan mis sentíos./ Quien soy yo Paloma Blanca/ para hablar de ti, Rocío,/ si solo el nombrarte Señora/ me llena de escalofríos./ He de reconocer mi Paloma,/ que no se bien el motivo/ del amor que te proceso./ Un amor puro y sincero,/ que nace desde muy dentro/ que con el paso del tiempo/ va creciendo y creciendo./ No sé si será tu imagen,/ yo no sé si es por tu cara,/ el color de tus mejillas/ o el perfil de tu mirada./ Pero de amor me tienes prendió,/ Rocío, Tú mi humilde aldeana,/ Manantial de agua bendita/ de las marismas huelvanas,/ espejo de amanecía, lucero de la mañana,/ Señora de las rocinas,/ Madre de Dios Soberana/. De Almonte Reina y Señora,/ de Emigrantes capitana,/ de los jardines del cielo/ Tú eres la rosa temprana./ Escapulario de amores/ donde van todas las miradas,/ donde se igualan los hombres/ tengan mucho o tengan nada./ Por eso fuiste la elegida/ Pa que en tu vientre morara,/ el más grande de los hombres/ que a la tierra Dios mandara./ Lucero de media noche,/ espejo de luna clara,/ manantial de sentimientos/ donde el mismo sol se para,/ para contemplarte despacio/ como si nada pasara./ Y se detiene en tus manos,/ y te ilumina la cara, / y refleja tu silueta en las aguas de Doñana./ Tú eres la flor de las flores,/ del lentico, la retama, del romero, del jaguarzo/ del junco y la mejorana./ Tú eres estrella sublime,/ Tú la que mundo alegrara,/ Tú de infinita hermosura/ desde el palio a la peana./ Y eres rosario de amores/ la que su gracia derrama/ entre arena sol y flores ese lunes de mañana,/ eres cohete en el cielo,/ eres toque de campana,/ eres milagro divino/ como el poeta cantara/ de Emigrantes luz y guía,/ protectora de las almas,/ eres tú quien nos cobija/ Y bajo el manto nos guardas./ Y por mucho que me esfuerce/ no tendría folios bastantes/ para expresar lo que siento/ en este preciso instante./ Porque para un rociero/ no existe cosa más grande/ que hablar de ti mi Paloma/ y poder hoy pregonarte./ Vaya suerte la mía,/ qué regalo viniste a darme,/ poder pregonar tu nombre/ a los pies de mi estandarte./ Viva tu rostro florío /viva esa cara radiante/ vivan tus manos divinas/ que derraman tanto arte/ por los siglos de los siglos/ igual ahora que antes,/ viva por siempre tu nombre/ Madre de los Emigrantes”.

Enfado

No pudo evitar sacar sus sentimientos más profundos cuando cualquiera de los mortales se arrodilla ante su Madre para expresarle sus pesares  manifestando “buenas tardes mi Señora, aquí vengo… a estar contigo, No te  robaré mucho tiempo Solo quiero sentir tu abrigo, Y como tantas veces lo hicimos … Hablar como dos amigos Es temprano todavía, Y las camaristas tardarán en llegar, Aún tenemos tiempo, Porque es tanto lo que te quiero contar, Que temo que en una tarde te sea capaz de expresar Tanto como llevo dentro y nunca te vine a contar ¿Pero y tú? como estas mi Señora, ¿Cómo te fue la mañana?, ¿vinieron muchos a verte?, ya me dijo un pajarillo que llegaron a rezarte, media docena de hermanos antes de dar las doce, y sé que eso te alegra, y también te enorgullece, Hoy te noto distinta, Con la mirada serena, porque sabes a lo que vengo, Y esos ojos me consuelan, Como me conoces Madre… Como sabes aliviar mi pena Pero hoy mi Pastora, Quiero abrirte mi alma, quiero desnudar mis adentros, hoy quiero encontrar la calma que mitigue el sufrimiento Que llevo arrastrando conmigo hace ya bastante tiempo Y en ti busco el consuelo, igual que lo hizo Jesús, condenado sin razón por un pueblo pecador que por querernos a todos a muerte lo condenó y me imagino cuanto sufriste y el alcance de tu dolor cuánta pena en tus mejillas cuánto desgarro en el corazón cuántas lágrimas pastora por tu Divino Pastor Las penas no se comparan, no se puede medir el dolor pero ahora era yo quien penaba ahora era mío el dolor y en vez de empatizar contigo te eché la culpa de to Y me aferraba a tu fe te pedía, te rezaba me refugiaba en tu Concha y a voces te suplicaba pero te echaba la culpa de no haber sirvió de nada no me hablas Madre mía deja que suelte lo que llevo dentro deja que me vacíe que nunca encontré el momento y quiero saldar mis cuentas las mías y la de mis sentimientos porque la senda fue larga porque fue duro el castigo porque en dos años Señora No sabes lo que sufrimos y por más que preguntaba no hallaba respuesta alguna te miraba y me enfadaba te rezaba y no sentía solo en calor de mi gente y la pena de mis hijas me dieron la fuerza y coraje pa otra vez a tirar pariba cuántas preguntas Pastora, cuántas horas de conversación, cuánto calla esa capilla de lo que hablamos tú y yo. Yo me quejaba, me irritaba  Lloraba y me enfadaba pero al final de cada encuentro tus ojos me consolaban Me daban fuerzas… me ayudaban me ofrecían esa armonía que al hablarte yo buscaba pero cuando una pena se iba otra más grande asomaba y de nuevo mil preguntas y de nuevo me enfadaba ¿hasta cuándo Madre mía la penumbra en mi posada? El dolor pesa en el alma Y no se alivia con nada No quería saber de nadie Y hasta de ti me olvidaba… Pero volvía a tu capilla y contigo me encerraba y hubo días que tus ojos y los míos parecía que juntos lloraban qué cruz me tocó coger qué carga tan cruel y amarga y todo lo hablaba contigo sin saber que me aguardaba otra cruz en el camino aún más dura y pesada ¿Por qué Rocío, por qué? No hay consuelo para tanto, no se puede sufrir más, que hemos hecho mi Señora para merecer este mal. En que te hemos fallado en que debemos de cambiar dinos algo Señora porque solo… solo yo no puedo más Pero, para que vengo a verte, si no me vas a ayudar. Cuántos golpes llevo madre, y cuántos otros vendrán apiádate de mí, ten compasión mi Señora que ya ni fuerzas tengo para rezarte Pastora que aunque mi corazón te nombre mi mente galopa sola y no quiere estar contigo ni cuando estamos a solas que dilema tengo madre, porque necesito hablarte… pero mi mente me dice qué pierdo el tiempo al rezarte. Y es que el dolor nos separa porque es condición humana y siempre aparecen preguntas que nunca y nunca se acaban Lo siento Señora mía pero yo jamás pensé que pudiera doler el alma y al mismo tiempo que la fe y dudé… Sí Dudé… Dudé porque me dolía Dudé porque te culpé Dudé porque no sabía ni el motivo… ni el por qué. Pero de nuevo… volví a mi casa a Emigrantes… a mi patio y a solas en la capilla aquí estamos los dos hablando sin reproches ni mentiras con el alma hecha pedazos pero sintiendo el consuelo de volver a tus regazos Hoy quisiera mi Señora, delante de mis hermanos, pedirte perdón por mis faltas, y si por enfadarme contigo he pecado, mándame tu penitencia pero no me sueltes de la mano, que es oscuro el camino si tú no estás a mi lado por eso fuiste nombrada auxilio de los cristianos esperanza marismeña madre de Dios Soberano. Dame fuerzas mi Señora, Que sin ti yo estoy perdío, que sin ti no existe el rumbo y es mi vida un desvarío, que aunque a veces me enfadara, culpándote sin sentío, siempre fuiste el refugio donde acudí con los míos, fuiste la luz en mis sombras, el timón de mi navío fuiste sin yo saberlo quien guió mi desvarío”.

Amistad

Tampoco olvido hablar Garrido durante su brillante intervención de la palabra amistad resaltando que “la grandeza del Rocío radica en la diversidad emocional que alberga una misma devoción. No existe un Rocío igual que otro, por existir existe un Rocío diferente en cada una de las personas que viven Pentecostés junto a la Reina de las Marismas. Y ese Rocío diferente, cada año es distinto y nunca se repite. Hay cientos, miles, millones de Rocío, cada uno a su forma, a su manera, adaptado a cada circunstancia particular. Ni mejores, ni peores, distintos. Cada cual vive su fe rociera, como puede, como quiere o como sabe. Unos rezan cantando, otros lo hacen en silencio. Unos lanzan cohetes al aire como alegres salves al viento, mientras otros encienden velas entre oraciones. Nuestro Rocío, el tuyo, el mío, el que unió nuestras vidas para siempre amiga Mariló, no se entienden sin las notas de una guitarra al son de sevillanas que como un Sueño de Rocina, se forjó entre las coplas que por los Senderos de Huelva fuimos regalándole al mundo. ¿Quién nos iba a decir aquella mañana de domingo, cuando esperábamos impaciente la deliberación del jurado de Popular de la Cope, que hoy estaríamos aquí tú, como hermana mayor y yo como tu pregonero? Son más de 25 años de amistad, donde la vida nos ha regalado multitud de momentos maravillosos y otros, aunque no tan buenos, han sido acicate para que esa amistad se forjarse a fuego entre tu familia y la mía. Hemos vivido alegrías, hemos llorado, hemos reído y sufrido juntos, pero siempre, en cada instante que hemos compartido, siempre, ha estado presente nuestra devoción rociera. Una devoción que ha marcado nuestras vidas y la de los nuestros. Recuerdo multitud de momentos juntos y siempre, ella, nuestra madre del Rocío, presente en cada uno de ellos. Tu siempre caminando con Emigrantes, yo en aquellos entonces rociero de Huelva. Recuerdo, como se te llenaba la boca hablando de tu hermandad, de tu Simpecado, de tu camino, de tu gente, de tu Rocío. Siempre presumiendo de esa Concha de Plata. Recuerdo miles de momentos junto a nuestro coro, en las Cruces, en Colombinas, en el Rocío o en las cientos de bodas que hicimos por toda la provincia. Pero de todo aquello que hicimos, hay un momento único, mágico, que me emociona solo recordarlo “despedir a las Hermandades del Rocío en la Puerta del Ayuntamiento”. Fueron muchos los años que allí estuvimos, pero el de 1997 marcó nuestro ser y sentir rociero para siempre. Era miércoles, 13 de mayo, Emigrantes llegaba al Ayuntamiento entre alegres vítores, mientras Senderos de Huelva, esperaba impaciente el rezo de la Salve, que con tanto cariño habíamos preparado para ese momento. Todo está listo,

todo acordado, cada detalle, cada gesto, una orquestación perfecta en la que llevábamos meses trabajando. Pero el protagonismo de algunos hizo modificar el protocolo marcado y de un plumazo se desvanecieran todas nuestras ilusiones, quedándonos desolados entre tanto artificio y postureo. Pero aquello no pasó desapercibido por el hermano mayor de Emigrantes, con arrojó y decisión, ordenó parar la carroza y en contra de quienes organizaban el acto, gritó con contundente mensaje ¡Francisco, vuelve la carroza! Que van a cantar la Salve. Y entre lágrimas, nuestras voces se alzaron entre el gentío para rezarle cantando al Simpecado de Emigrantes. Y fue así, como hace ya 25 años comenzó este idilio de amor entre el verde Simpecao de Emigrantes y este humilde peregrino que hoy pregona tu nombre a los vientos, y todo… porque así lo quiso Ella porque así nos lo preparó porque así quiso que fuera y así fue como empezó. Era miércoles por la mañana y entre revuelos de gentío, el Simpecao de Emigrantes se marchaba de mi Huelva caminito del Rocío.

¿Por qué Emigrantes?

“Muchas veces me han preguntado, decía el pregonero, ¿por qué Emigrantes? Y ante la magnitud de la pregunta, me desbordan cientos de argumentos que justificarían sobradamente la decisión del ser de Emigrantes. Emigrantes es algo más que una hermandad por las arenas, es mucho más que algarabía y gentío, Emigrantes es oración, es plegaria, es quejio, es una dulce sinfonía que te embarga los seníos. No sé que tiene Emigrantes, pero es distinta a las demás, no sé si será su ambiente, yo no sé porque será, no sé qué tiene Emigrantes que es distinta a las demás. Todas las hermandades que discurren por los caminos, llenan de color cada vereda, cada rincón de la marisma, desfilando entre juntos y retamas, entre cañaverales y acebuches luciendo sus mejores galas como muestra de cariño a la Reina de las Marismas. Los carros, charres, jardineras y manolas son como un manojo de clavellinas que van salpicando las lindes de los caminos regándolos el más hermoso arcoíris de color. Pero si hay alguna hermandad que pueda presumir de llevar años tras año los carros más hermosamente engalanados a la aldea almonteña, esa es la Hermandad de Emigrantes. Carros que son plegarias de amor sincero, ofrenda de devoción que convierten a la serpenteante caravana de Emigrantes en un rosario de altaras para la Reina de las Marismas, un vergel de colores y formas digno de los más exquisitos paladares. Oraciones de papel que nacieron de las manos mientras la mente cabalgaba soñando con viejos senderos peregrinos que son venas de un corazón de tiene por nombre Rocío. No existen carros tan bellos ni con tanto señorio como los que lleva Emigrantes cada año pal Rocío El tamboril resuena por los caminos como una melodía celestial que adormece acebuches centenarios cuando va a caer la tarde. El lubrican marismeño dará paso lentamente a una de las noches más hermosas en el calendario rociero. El cansancio se nota en las caras, la travesía llega a su ecuador y la magia de la marisma va conquistando poco a poco cada rincón de las Tres Rayas, paraje natural del entorno de Doñana donde Emigrantes se hace más grande si cabe al caer la noche. Los carriles blanquecinos de finas arenas, son el inquietante presagio de la proximidad de la aldea almonteña, donde impaciente una Blanca Paloma espera con ilusión un nuevo Pentecostés. Pero antes, el camino nos deparará momentos inolvidables, secuencias imborrables de un peregrinar entre acebuches y helechos que nos permiten momentos íntimos de oración en comunión con nuestros hermanos. La charca será uno de esos momentos mágicos, cargado de sentimientos y emociones donde dará comienzo la última etapa del camino. Los pinares se convertirán en capiteles, el cielo en cúpula improvisada y las aguas de la charca serán la alfombra perfecta donde posar nuestro Simpecao. El lubricán de la tarde pondrán la luz perfecta, mientras que los vencejos nos regalaran esa majestuoso sinfonía como antesala de uno de los momentos más íntimos y esperados del camino. Ya en el Rocío, la hermandad espera impaciente el encuentro con la Señora. Un año ha pasado ya, y es hora de volver a presentarse ante la Reina de las Marismas como ella se merece. Y Emigrantes prepara sus mejores galas, la carroza luce impoluta, su plata brilla como nunca, las flores perfuman al simpecao, los diputados disponen la caballería mientras que los tamborileros comienzan a abrir el camino entre la muchedumbre y el gentío. Vámonos Emigrantes, que la Señora nos está esperando, no vayáis a demorarse, que lleva un año soñando con ver  a su gente de Huelva a sus plantas de nuevo llegando”.

Terminaba con unos sentidos “vivas a la Madre de Dios,/ viva su bendito Hijo,/ viva el romero y el sol que dibujan los caminos,/ viva esa Blanca Paloma,/ viva mi Simpecao,/ que viva los peregrinos que vienen andando a su lao,/ viva mi humilde aldeana/ que viva Almonte y su arte/ viva la Concha de Plata de mi Hermandad de Emigrantes/ y que viva la marisma y ese lunes del gentío/ que viva Doñana, su coto y su eterno Señorío/ viva la Reina del Cielo y el lugar donde he nacío/ viva Huelva, /viva Dios y la Virgen del Rocío”.

Como no podia ser de otra forma la noche también contó con una banda sonora muy especial, acompañando al pregonero Antonio de Huelva, Alfonso Romero, Miguel Angel Flores, Gema Évora, María José Antero, Felisa Pulido, Cristina González, Miguel Peguero y su presentador Manuel Jesús Évora. Señalar que todos los temas que se interpretaron fueron composiciones realizadas para la ocasión dl propio pregonero, las cuales han sido magníficamente adaptadas por este gran grupo humano.

Por su parte, José Brioso, vicepresidente de Emigrantes y anoche encargado de cerrar el acto junto con la hermana mayor manifestó “pregonero en menos de 10 días nos han vuelto a unir y cautivar estas tablas, quizás será la única vez que tenga el honor de representar a nuestra hermandad estando tú presente. Una ocasión extraña, única y muy especial. En nombre de tu junta de gobierno y de todos los hermanos de nuestra hermandad te diré qué ha sido magnífico, sublime, qué bonito, pleno, de corazón, con el alma, cargado de vivencias, sentimientos, detallista, lleno de fe, inconmensurable y mágico. Sólo dos adjetivos para no entenderme mucho más. Quizás sea el mejor disco de tu larga carretera escribiéndole a la Hermandad de Emigrantes y la Virgen del Rocío. Pregonero, y ahora sí con mayúscula, qué manera de pregonar, que manera de anunciar la romería, qué manera de envolvernos y de tenernos embelesados. Gracias pregonero, has escrito un nuevo capítulo en el gran libro de esta historia de nuestra hermandad”.
Finalmente, la hermana mayor hizo entrega de un presente al pregonero y entonó los tradicionales vivas a la Virgen del Rocío, el Pastorcito Divino, la Hermandad de Emigrantes y su pregonero. Finalizando el acto con el canto de la Salve.

Huelva, 28 de abril de 2024

Foro del Rocío

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