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Pues si que es difícil, al menos para mí. Yo elegiría dos momentos, o tres. El primero ese martes por la mañana tempranito cuando nos vemos en La Cala, para salir hacia Marbella, porque nos vamos al Rocio! con cara de sueño todos pero con un brillo muy especial en los ojos. El segundo, Villamanrique, cuando achuchas a la carreta de tu Simpecado para que suba a saludar al de Villamanrique, me trasmite mucha sensación de hermandad y el tercero, cuando coincidimos en el Quema Valencia, Ronda y Marbella, hay un niño valenciano que canta...os acordais como canta ese niñito, cuando entran las dos o tres carretas juntas en el agua, los caballos, los peregrinos... recordarlo me hace llorar, el cuarto...., el quinto.... , pues parece más difícil de lo que creía. |
