camino, paramos en un descampado, solo habia
lentiscos , ramas y romeros, todo en medio del
coto, poco a poco se fueron acercando al Simpecao,
y yo claro novato, me quede un poco rezagao, y si
alguien hubiera estado cerca de mi, me habria oido
decir, Saaalve, Saaalve. Saalvee Saaaalve,…….
Salve Madre Reina de Misericordia…….
Esa era para mi la primera vez que me dirigia a Ella
como rociero, y a la vez mi gran remedio para poder
pedirle perdon por mis miserias y mis pecados.
Desde entonces procuro tener el alma limpia y
resplandeciente , reposando en Dios y cantandole a
La Señora, Nuestra Virgen del Rocio.
!! VIVA NUESTRA MADRE ¡¡
